Con vuestro
permiso, y por una vez, vamos a dedicar el domingo a hablaros de cuatro
artistas peculiares, ciertamente oscuros pero con obras intensas y de singular
belleza. Empezamos con Eric Lacombe alias “Monstror” (hace poco os hablamos de
otro Lacombe, sólo tienen coincidencia en el apellido). Monstor es un artista
al que se le ha calificado de misterioso tanto por el contenido de su obra,
como porque no es fácil encontrar información sobre él. Residente en Lyon,
Lacombe combina el arte tradicional con el digital y a través de sus creaciones
nos presenta un universo sombrío, poblado por insólitas y enigmáticas
criaturas. Este magnífico artista, que podría hacer las delicias de los blogs
de contenido más tenebroso, nos gusta y no sólo por la maravillosa combinación
que hace de colores y texturas, sino también por la magnitud de sus personajes.
Donde algunos podrán encontrar espanto, nosotros vemos cautivadora melancolía.
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